10 febrero 2012

Las puertas de la Iglesia

–Si quiero –contestó Arisa.
–Podéis besados –habla el sacerdote para finalizar la ceremonia.
Al terminar la boda, Octavio notó un temblor y se lo comunicó a su esposa Arisa. A continuación Octavio, Arisa y el Párroco se desplomaron por el gran boquete de la iglesia formado por el terremoto. Al final de la caída se encontraba una colchoneta en la cual cayeron los tres.
–¡¿Que ha pasado?!–grita Octavio. Octavio carecía de miedo escénico y tenía ganas de vomitar.
Aquel boquete en la iglesia no tenía salida, pero el sacerdote después de la caída había encontrado una llave.
–Mirad. Estamos salvados –gritó Arisa al encontrar una puertita en la colchoneta.–Pool, inserta la llave en la cerradura.
Pool, así se llama el sacerdote, insertó la llave en la cerradura y se abrió la puerta. Tras la puerta había una gran selva con un río en medio. En el río había un puente con leones muertos de hambre, y el río estaba lleno de cocodrilos. En uno de los colmillos de un león se encontraba la llave de la siguiente puerta.
Octavio tenía un álbum con fotos de chicas famosas. El decía que le daban suerte pero lo que su mujer no sabía era que entre esas fotos se encontraba la foto de una segunda mujer.
Arisa con gran valentía cogió la llave ya que los leones estaban muertos, y abrió la siguiente puerta. Al cruzar la puerta, a Octavio y a Pool le crecieron bigotes negros y robustos y en la agitación había cuatro puertas. Una de ellas era marrón y otra verde como los ojos de Arisa y esas dos puertas carecían de cerraduras. A pesar de eso, Octavio curioseó las dos puertas y vio que había una muesca en cada puerta con la figura de los ojos de Arisa. A continuación no cogieron ninguna de esas puertas sino que abrieron la de la derecha que tenía un pomo en la puerta. Al abrirla, la otra esposa de Octavio apareció y le besó y desde ese momento Arisa se quedó soltera. Salieron de esa habitación y abrieron la puerta de la izquierda y aparecieron en la ciudad y cada uno se fue a su casa.



Texto: Samuel Luzardo.

3 comentarios:

  1. Mucho derroche de imaginación. Eso es una virtud, Samuel al alcance de pocos. Debes ahora enfocar tus esfuerzos en dar credibilidad y solidez a esas historias que eres capaz de inventar. Trabaja ese aspecto. Si mejoras ahí, eso, junto con tu imaginación, pueden darnos textos de gran fuerza.

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  2. Samuel, sabes que nos impresiona tu imaginación, la habilidad que tienes de crear situaciones y mundos tan llenos de intriga, pero has de terminarlos con coherencia, debes rematar esas ideas con la misma intensidad con la que empiezas a crear.

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  3. para: Inma vinuesa y Migel ángel= no estoy de acuerdo con vosotros el texto esta precioso tiene unos pequeños fallos en el final pero el resto esta perfecto.

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