09 marzo 2012

Una prímula amarilla









Era el primer día de primavera y yo esperaba ansioso por ver florecer a una prímula amarilla  que había plantado en un parque cercano a mi casa. La delicada planta se encontraba refugiada en el regazo de un imponente olmo que le daba cobijo pero que en las noches de lluvia le permitía refrescarse.
A paso ligero me acercaba hacia mi creación con una manzana entre dientes, pero no conseguía saborear bocado debido a un impactante amanecer que me dejaba con los pelos de punta. Cuando conseguí llegar, me quité la chaqueta y la coloqué con cuidado en la fina hierba para poder descansar sin perderme detalle de cómo se abría la flor que parecía ser la primera de todo un batallón de colores. De pronto, un ladrido incesante me hizo girar la cabeza hacia un arbusto, entrecerré los ojos y pude divisar a un chico de mediana edad, alto y con un pelo castaño claro; por el repetitivo movimiento de sus mandíbulas supuse que masticaba chicle y paseaba a un conjunto de perros de distinta raza y tamaño, llevaba un pequeño bolso que contenía los desperdicios de las mascotas y su cara desprendía desgana. Inmediatamente volví a lo que estaba haciendo, pero los irritantes ladridos no me dejaban disfrutar. Cuando ya no pude aguantar, me levanté firme y me dirigí hacia él, le mostré el cartel de mi derecha, donde claramente se prohibían animales y volví echo chispas, como si me hubiesen conectado a un enchufe.
De pronto llegó el momento y mis nervios se calmaron por la emoción. Pétalo a pétalo, el amarillo se dejaba ver con claridad y en mi cara había una mezcla de alegría y orgullo. Cuando la prímula se terminó de abrir por completo la desenterré con mucho cuidado y corriendo me alejé hacia mi casa. Cogí una maceta vacía y la coloqué en una pequeña mesa al lado de la televisión. Ahora sabía con seguridad que todos los días me despertaría con una sonrisa, porque sería lo primero que vería.

Texto: Elena Pozo Vinuesa (2º de la ESO)

3 comentarios:

  1. Una historia bien rematada, con un conflicto en su nudo que la hace más atractiva y empleando las 16 palabras propuestas. Interesante trabajo Elena, sigue así.

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  2. Texto sólido en su estructura y desarrollo, delicado en su factura. Muy bien, Elena. Enhorabuena.

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  3. Muy buen ejercicio Elena. Un texto redondo en todas sus partes. Me ha gustado mucho

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