08 marzo 2012

Ella









Su foto se va manchando poco a poco por mis lágrimas, sus plabras retumban en mi cabeza, todavía siento el tacto tibio de sus manos, sin ella las prímulas amarillas abiertas en primavera parecen haber desaparecido para mi, solo quedan las gotas de lluvia en la ventana que parece que no se irán nunca, aún sigo viendo su resplandor amarillo. Me he olvidado de la manzana que puse sobre la mesa, ya no noto su dulce sabor como otras veces, la amargura de mi corazón se lo ha quitado todo. La sujeto en mis manos, su tacto me recuerda tanto al de ella que acabo tirándola con fuerza rompiendo el enchufe de la pared y haciendo una marca. Intentando calmarme enciendo el televisor, pero el sonido de su llanto retumba tanto en mi cabeza que no oigo ningún otro. Hasta me he olvidado de darle de comer a los animales, mi perro debe tener hambre. Recuerdo que en el bolso tenía un paquete de chicles, los cojo y voy comiéndolos uno a uno. Los truenos que se escuchan en el tejado ya no me asustan, en mi mente solo se encuentra el miedo por perderla. Ni siquiera me he cepillado el pelo. De nuevo vuelvo a recordar a ese chico maltratándola... doy un puñetazo al televisor, cojo mi chaqueta y salgo en la fría noche para intentar olvidar.


Texto: Lidia Frías

2 comentarios:

  1. Lo mejor de tu texto, Lidia, es cómo nos llevas poco a poco, in crescendo, hasta ese puñetazo al televisor y ese portazo, que oigo pero no escribes: muy hábil. Enhorabuena. Muy buen texto.

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  2. Has creado una historia perfectamente hilvanada, empleando los elementos que se plantearon, coherente. Consigues que entremos en la cabeza y el corazón del protagonista, nos muestras sus sentimientos y motivaciones hasta llegar a ese estupendo final.
    Lidia, estás escribiendo de una forma muy interesante, cada vez mejor. Sigue así.
    Enhorabuena.

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