Al despertar encontré que mi mano
izquierda se había convertido en una pata de araña.
—¡Ya estamos! ¡Jopé, otro día
más! ¿Y ahora qué hago?
Saqué la otra pata de araña de
debajo de la sábanas.
Cada viernes me transformo un
poco más en un bicho.
Texto: Clase del Taller de Expresión Escrita y Oral.
Es curioso como se ha conseguido, entre los 16 alumnos que están en la clase,elaborar toda una historia con cuatro frases.
ResponderEliminarEnhorabuena chicos.
Muy buen ejercicio. Sencillo y sugerente. Enhorabuena
ResponderEliminarEs una prueba de la fuerza creativa que puede tener un grupo y de cómo con unas pocas líneas se puede contar mucho.
ResponderEliminarY esto es solo el principio...